lunes, 7 de junio de 2010

DON CÉSAR, UN HIMNO PARA JAUJA


Lo recuerdo rodeado de libros, mientras la charla se deslizaba y el tiempo ronroneaba en su regazo, Don César con parsimonia sonreía y de cuando en cuando soltaba una gran carcajada celebrando la vida. César Augusto Núñez Arroyo nació el 27 de abril de 1929, en el entonces Barrio de Yauyos, Jauja. Trabajador de la palabra, de la estirpe de escritores jaujinos de más alta calidad y finura narrativa; jaranista y costumbrista, cultor de la música, el canto y la tertulia. Cabal autodidacta, desempeñó cargos administrativos en el Centenario Colegio “San José” de Jauja y en el Poder Judicial.

Sus obras: “Huajaco” en 1977, “Bodas de plata del Estadio Monumental de Jauja” 1998, “Cuentos Misteriosos en Noches a Media Luna” 2006, “Estampas del Carnaval Jaujino” 2009; participó en la edición de las revistas “Visión Pasqueña” 1990, “El Josefino” 2000, “Greda” 2009. Dejó inéditas las novelas “Ojo del mundo” (con prólogo de Hugo Orellana) y “Caminos Sangrientos”, entre otros. En marzo de 2007 fundó la Base Jauja del Gremio de Escritores del Perú, con quienes preparábamos la presentación de la segunda edición de “Huajaco: relato novelado de las guerrillas en Jauja”. Manteníamos la esperanza del restablecimiento de su salud, pero a medio día del pasado martes 1 de junio falleció en el hospital de ESSALUD.

Nos queda la huella honda e impecable de su magisterio: la coherencia entre arte, vida y compromiso. Su infatigable espíritu joven nos acompañará por siempre. Porque para caminar sirven los sueños, hoy, la estela de su alma se agiganta y se expande para bien de la comunidad de artistas, de la amistad y la ternura. Tantas veces Don César ha de romperle el cuello a la mala fortuna, pues este adiós es físico, ya que su legado cultural late y vibra sempiterno en nuestros corazones.


Infinitas gracias maestro, ahora es la vida la que no tiene límites; vuestro canto y letra se han convertido en un himno para Jauja, y esa es, Don césar, la mayor contundencia frente a la muerte.